
La inmensa mayoría de la población española era analfabeta. La cultura escrita era monopolio de una minoría culta, formada por clérigos y nobles o burgueses cultivados.
La mayoría de la población no podía acceder a la cultura escrita por una sencilla razón: los niños de los campesinos o las clases populares urbanas debían colaborar en su manutención. No había tiempo para ninguna formación. Las instituciones que se crearon con ese objetivo solo afectaron a las clases medias y altas y, sólo en muy raros casos.
Las universidades, entre las que seguía destacando Salamanca, se desarrollaron aunque siguieron enfocadas hacia la teología o las humanidades, dejando relativamente de lado los estudios científicos. Pero, instituciones como la Academia de Matemáticas, creada por Felipe II, o al Casa de Contratación, con una cátedra de Cosmografía, se preocuparon por la difusión de las ciencias en nuestro país.

La creación literaria estuvo fuertemente sujeta a la censura religiosa. La Inquisición se encargó de la represión y en 1559 el inquisidor general Valdés publicó el “Índice de libros prohibidos”.
Prohibiendo muchas obras clave del siglo.
Miguel de Cervantes y Lope de Vega son los dos hombres probablemente más responsables del salto de la literatura española a un nivel superior. Ambos escritores publicaron obras satíricas con comentarios sobre la Iglesia, el Estado y la política. De hecho Cervantes estaba en la cárcel por evasión de impuestos cuando comenzó su célebre obra “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”.

Durante el siglo XVI, la mayoría, si no toda la música, se escribía para la iglesia en himnos, evangelios y otras piezas seculares. Las obras de Tomás Luis de Victoria, Francisco Guerrero y Alonso Lobo rompieron el molde tradicional de la composición musical en España. Su música tenía la cualidad de capturar las emociones como el éxtasis, la nostalgia, la alegría y la desesperación. Al liberarse de las piezas tradicionales escritas para la Iglesia Católica estos hombres también contribuyeron en gran medida a la época del barroco español.
El final de la Edad de Oro viene marcado de forma evidente por la llegada de la época barroca (1600-1750). Las orquestas y las óperas comenzaron a tomar forma durante este tiempo con compositores que incluían en sus obras elementos del espíritu humano y elementos de la naturaleza. Una de las obras barrocas más conocidas son las “Cuatro estaciones”, de Vivaldi.
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